El Bebé de 10 Meses
En esta etapa hay que
extremar las medidas de seguridad y nuestra atención deberá ser permanente.
Desarrollo social, emocional y comunicativo
El bebé de diez meses entiende
mucho más de lo que es capaz de decir. Reconoce su nombre y la forma
en que nombramos a sus familiares cercanos. Empieza a aprender
muchas palabras nuevas, pero solamente las de las cosas que le
interesan.
Sigue teniendo gran
necesidad de compañía, tanto en la vigilia como en el sueño, y quiere estar con
sus papás en todo momento. La sociabilidad es un campo de aprendizaje continuo
en el que experimentará con nosotros la forma de saludar y despedirse de los
demás, convirtiendo los besos y sonrisas en su mejor forma de comunicar.
Le encanta reir,
hacernos reir con sus gestos y bromas sencillas y que le hagamos reir con
juegos como escondernos tras una sábana o hacerle cosquillas. También le
encanta imitar los gestos y los sonidos. Las canciones infantiles y la música
le hacen divertirse mucho.
Entiende palabras que
se refieren a objetos cotidianos, necesidades y partes de su cuerpo. Sabe decir
no y lo dice mucho, haciendo que podamos desesperarnos si no entendemos que es
muy importante que haga este descubrimiento de ser capaz de negar algo para
reforzar su conciencia de si mismo.
Espera que lo
entendamos si pide algo o si llora por algún motivo igual que él se esfuerza en
interpretar nuestras palabras y emociones.
Aunque le encanta ver
a otros niños no juega con ellos sino después del primer acercamiento. Se trata
de lo que se llama el juego
paralelo. Es contraproducente forzarlo en este sentido, pues no son
capaces todavía de interactuar en sus juegos, pero si le gusta estar cerca de
otro niño y hacer cada uno sus actividades.
Puede manifestar
fuerte malhumor si se encuentra cansado o molesto y a veces puede tener
dificultades para conciliar el sueño si ha pasado un día muy movido o si ha
experimentado nuevas emociones. La compañía de sus padres le puede ayudar a
relajarse en esos momentos.
Hablar, conversar con
él esperando sus respuestas y explicarle lo que vamos haciendo o lo que vamos a
hacer sigue siendo la mejor experiencia educativa que podemos ofrecerle.
Desarrollo
físico y motriz
El bebé de diez meses
gatea con las manos y las rodillas y además puede empezar a ponerse en
pie agarrado a los muebles. Hay que preparse porque ya pronto va a
poder llegar a cualquier rincón de la casa.
Aprende a meter y
sacar cosas de una caja y ese puede ser uno de sus juegos favoritos. Teniendo
varias cajas preparadas con objetos cotidianos pero seguros podemos confiar en
que pase un buen rato distraido simplemente sacándolos y toqueteándolos.
Ya hace la pinza con sus
dejos y es capaz también de agarrar el vasito de aprendizaje, así como galletas
o pedacitos de pan que podemos ir dándole. También la empleará para
familiarizarse aún más con sus juguetes.
Con la introducción de
los alimentos sólidos y la aparición de los dientes llega parejo un mayor
control de la motricidad fina. El niño puede agarrar los objetos con fuerza y
también, poco a poco, logra un mayor control de sus gestos más suaves, como
acariciar o tomar algo suavemente con sus manos.
Alimentación
Comer solo, o al menos
experimentar con la comida es algo maravilloso para ellos. Los alimentos no son
algo que solamente se come, tienen olor, textura y además son muy interesantes
cuando caen al suelo. Coger la comida con las manos y llevársela a la boca forma
parte del aprendizaje natural de la alimentación autónoma y hay que dejarles
hacer sus experimentos, por lo que no viene mal poner un buen hule en el suelo
si el pequeño va a tratar de comer por si mismo.
Podemos darle una
cuchara y hasta un vasito de aprendizaje, sin insistir en que los use
correctamente o regañarle si se le caen, se mancha o los deja caer.
No hay que preocuparse
si no se come un gran plato
de papilla, es más, la mayoría de los bebés están preparados para
comer cosas que puedan coger con los dedos y comerse ellos mismos, siempre que
sean blanditas para que no se atragante.
Tener alimentos sanos
y naturales, de textura
adecuada para que no atragante, es una opción necesaria que puede
tambíén cubrir sus necesidades.
Si toma el pecho hay
que seguir con la lactancia a demanda y si toma el biberón hay que continuar
dándoselo directamente, sin dejarselo en la cuna o el cochecito para que lo
tome él solo. La leche, materna o preparada, sigue siendo su alimento
fundamental y sigue teniendo connotaciones emocionales muy intensas.
Seguridad
El bebé de diez meses
es inquieto, quiere moverse libremente y no conoce el peligro. La forma de
evitarlo no es tenerlo atado en la trona o el cochecito mucho tiempo, ni
meterlo en la cuna o el parque la mayor parte del día. Hay que adecuar la casa
para que gatee y se pueda tratar de alzar. Las solución de confinarlo es a
veces necesaria, pero solamente deberíamos usarla para momentos puntuales e,
incluso así, seguir atentos.
Nunca hay que dejar el
niño en un sofá sin vigilancia. Por supuesto, si está en la trona o el
cochecito hay que asegurarse de poner bien los cinturones.
Si vamos a ir en coche
es preciso asegurar la sillita correctamente y lo primero que debemos hacer
antes de entrar nosotros es atarlo correctamente, para que no se tire del
asiento. Hay que llevar la sillita en el asiento trasero y siempre, siempre,
tener al niño atado aunque sea para un trayecto de pocos metros.
El bebé echará la mano
rápidamente a cualquier cosa que llame su atención. Por eso no hay que tomar
alimentos calientes o usar cuchillos cerca de él sin una extrema vigilancia.
Tampoco, ni un segundo, se le puede dejar sin vigilancia en el baño.